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Aquí vez una mujer un tanto idealista, con sus alocadas ideas y sus incontables idas y vueltas. Soy ciclotimica por naturaleza, y amante de la buena vida. Disfruto de absolutamente todas las cosas de la vida, por más diminutas que sean. Desde un sonido, hasta plantar alguna plantita con mucho amor. No suelo hallar me en éste mundo, tal vez haya nacido para algo más ... grande.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Te presento a una extraña, me presento a mí misma.

Metro ochenta, ojos azules, morocha, piel perfecta, 100.60.120... (?¿) What pass? (falta enorme de ortografía inglesa, sin mencionar la falta enorme de coherencia - cohesión)

Bien, ahora sí, hablemos de mí y dejemos de lado a mi imaginación. Morocha, pelo relativamente largo y luzco orgullosamente un metro sesenta y siete. ¿Peso? Podría decir que el de una mujer promedio, con mis curvas. Digamos que hay de donde agarrarse. Boca grande, sonrisa amplia, suelo lucirla en todo momento. ¿Tatuajes, pircings, color en el cabello? Nada. Solo un par de perforaciones en la oreja, anteriores a los cartílagos. Divertida, social, enamoradiza, compinche, compañera. Ingeniosa e inquieta, no paro un segundo ni de hablar, ni de moverme, ni de gesticular ni de nada.. salvo cuando me siento realmente mal. En esas ocasiones, solo me quedo inmóvil y quien sabe que haga.. ¿Pensar? No lo creo, en esos momentos me bloqueo, y lo único que emite mi cuerpo son lágrimas. ¿Llanto? Soy socia vitalicia de ese suceso. Lloro siempre que lo necesito, no soy de esas personas que se comen el llanto. Lloro cuando me emociono, cuando estoy sumamente feliz, cuando estoy triste, lloro de bronca, de impotencia, de rencor. Se me hace imposible retener las lágrimas. Aún no encuentro el botón que diga 'guardar para la sequía' Ellas se manifiestan solas y cuando quieren. Simplemente brotan de mis ojos, como cuando una canilla tiene el cuerito flojo. Están a la expectativa en todo momento para salir y hacerse notar. De ésta manera se darán cuenta de que llevo los sentimientos muy sobre el viento. Para mi todo llega, esta unos momentos y se va. Y así son mis sentimientos y ni hablar de mi forma de expresarlos. Puedo estar riendo con locura y de un momento a otro largarme a llorar sin fin, simplemente por el hecho de pensar que tal ves en algún momento no pueda disfrutar más de ese momento que ésta aconteciendo. ¿Manías? No sé. No me considero una persona con manías y debo aceptar que no tengo bien en claro que es en sí una manía. Odio que me toquen el pelo, pero me encanta que me peinen, es algo que me relaja y mucho. En ocasiones suelo darle demasiada importancia al pelo, como a mi estética. Cosa que me avergüenza al instante y lo dejo de lado inmediatamente. Aún así, trato de estar siempre linda para mi novio. Sí, tengo novio desde el 14.08.10 y debo decirles que desde que estamos juntos aprendí el verdadero significado de la vida. Aprendí todo lo lindo de la vida y por otro lado aprendí que detrás de lo lindo también se esconde un mundo con aspectos malos. ¿Mi novio? Es la persona más maravillosa que existe y lo más hermoso que me pasó en la vida. Pero ya dedicaré alguna que otra entrada a describirlo o vaya a saber que cosa más. Tengo un variado gusto para la música, me gusta mucho la música en Ingles, pero pienso que como lo nacional no hay. ¿Bandas favoritas? Dos. Una internacional: The Beatles (un icono) y una nacional: Callejeros (mi forma de ver la vida) ¿Películas favoritas? Definitivamente las románticas, amo el romanticismo, amo a los caballeros de antes, amo los cuentos de príncipes y princesas en los que todo termina bien. Sueño con que Mati (mi novio) sea el hombre con el que pasé el resto de mi vida, y tengo bien en claro que pasé lo que pasé voy a luchar por conservar su amor. Me encantan todo ese tipo de cosas. Soy amante de los detalles, para mí, no haya nada mejor que un hombre detallista. Obsesionada con el romanticismo de película, vivo mi vida tratando de encontrar el lado positivo y lindo de las cosas siempre. Aunque la gente que me conoce sabrá que me contradigo hablando todo el tiempo de lo malo de las cosas. Eso, es algo que me divierte. No hablar de lo malo, si no la forma en que me tomo los acontecimientos malos (sin ningún tipo de importancia mayor a la que se le debe acreditar). Pienso que así, de algún modo me mantengo lejos de las angustias innecesarias. Por último ¿Libros? Sinceramente, no terminé de leer ninguno de más de 100 pág nunca más que para el colegio. Aunque de todo corazón, amo la literatura. ¿Qué tengo extremos? Así es, no es noticia. Si hay algo que tienen que saber de mí es que soy una persona que sufre en gran medida la enfermedad denominada ciclotimia.